TRANSICIÓN ESCOLAR
Llamamos así al momento en que los niños cambian de un modelo escolar: de prescolar a primaria, después a secundaria y, finalmente, a la preparatoria Muchas veces damos por sentado que estos cambios son normales en la vida de pequeños y adolescentes, pero no sólo se trata de una evolución académica, sino que estas transiciones coinciden con cambios físicos y a nivel cognitivo, lo que puede convertirlos en algo muy abrumador para ellos. En cada transición la visión del mundo de los estudiantes va a ampliarse y serán sometidos a cada vez mayores niveles de exigencia; la escuela se irá volviendo cada vez menos flexible. Sobre todo si, además de grado escolar, van a cambiar de escuela. Cuando pasa de prescolar a primaria, el niño (a): ·Cambiará de maestros y de rutinas diarias. ·Su administración del tiempo será diferente y más presionada ·Se convierte en responsable de sus útiles ·Comenzará a ser evaluado por sus aptitudes ·Tendrá tareas escolares quizá por primera vez en su vida. Cómo acompañarlo (a): ·Mandar siempre mensajes positivos (aunque sin idealizar) acerca del mundo escolar. La educación es, a fin de cuentas, el arma básica con la que podemos transformar nuestras vidas y, por ende, al mundo. ·Alentarlo a ser el mejor estudiante que él o ella puedan ser, sin exigencias de perfección irrealizables. ·Evitar presentar la escuela como un lugar indeseable con amenazas del tipo “Ya verás lo que es bueno cuando entres a la primaria” o “Si te portas mal, te voy a llevar a la escuela” ·Enseñarlo a cuidar de sus útiles y hacerlo parte del proceso de compra y rotulado de los mismos. ·Ser empáticos si el niño manifiesta temores sobre el inicio de esta nueva etapa, no hacerlos sentir menos. ·Si llora al dejarlo en la escuela, hay que despedirse breve y alegremente y no decir mentiras como “Ahorita regreso, voy a estacionar el coche” Hacia la secundaria y prepa los niños son más maduros y enfrentan los cambios con más entereza, sin embargo, hay siempre que prepararlos para su nuevo entorno, sobre todo si hubo cambio de escuela y ya no verán a sus amigos, pues en esta edad, los muchachos están, sobre todo, interesados en los amigos y en pertenecer a los grupos sociales. Estos cambios ocurren una sola vez en la vida de todo niño y, como padres, son una oportunidad preciosa para fortalecer el vínculo con ellos. El mejor papá o mamá no es el que evita que sus hijos atraviesen frustraciones o problemas, sino el que los acompaña y apoya durante cada cambio.
@AuroraDelVillar
Arte: Niña estudiando. James Charles