¿Cuál es el propósito de mi vida?

No recuerdo cuántas veces he escuchado en el ámbito del consultorio, en varios tonos y revestida de emociones diferentes, preguntas como “¿cuál es el propósito de mi vida?”, ¿tiene un sentido mi vida?” o “¿para qué nací?”

A veces la búsqueda del propósito de vida se expresa como un lamento, y en otras ocasiones como una duda sincera que surge del corazón y con el interés de saber. Hay quien se plantea el asunto porque siente que no debió venir a la Tierra, y hay quien justo a la inversa, cree que tiene una altísima misión que desempeñar en bien de la humanidad… aunque no sepa aún cuál es.

Mi propósito de vida

La vida en la Tierra encierra muchos misterios. Somos el resultado milagroso del encuentro de un espermatozoide con un óvulo y a partir de esa fusión, se pone en marcha un proceso que hoy nos tiene aquí, vivos. Para algunas mentes ahí se termina el asunto: el tema se reduce al tejemaneje biológico de nacer, crecer, reproducirse y morir.

Sin embargo, para otras almas la cuestión encierra mayor complejidad.  Somos muchos, y yo en lo personal pienso que somos la mayoría, quienes alguna vez nos hemos hecho preguntas relativas a nuestro propósito de vida, así como muchas otras que, tal vez no lo sepamos o no lo creemos, pero están ligadas a la misma cuestión: ¿Existe la reencarnación?  ¿La reencarnación tiene un propósito?  Y si tiene propósito, ¿qué pasa si me alejo él?  Y cuando muera, ¿qué ocurre si no cumplí con mi propósito de vida? ¿A dónde nos vamos cuando todo acaba?...

Desde la perspectiva psicoespiritual todas estas dudas tienen respuestas claras. Nada ha sucedido por casualidad: ni la creación de este planeta, ni el hecho de que nacieras en el seno de tu familia y no en otra, ni pertenecer a una nacionalidad, ser la hija mayor de tus padres o vivir con alguna discapacidad.  Vaya, hasta el encuentro breve con las personas que hoy te topaste por casualidad obedece a un Plan diseñado de forma muy cuidadosa y minuciosa por ti mism@, casi siempre con la asesoría de tus Guías en el Mundo Espiritual, y que así se decidió porque resultaba el mejor para cumplir con tu propósito de vida.

¿Y cómo para qué nos tomamos tantas molestias?  Digo, para ser unos espíritus que habitábamos un bello mundo, pues es mucha contrariedad venir a un planeta tan imperfecto como éste, a padecer con el cuerpo, a sufrir con la maldad, a tener casi puros problemas, ¿no? Pues una cosa te digo: nos encanta venir. Lo hemos hecho ya muchas, muchísimas veces… ¡y en cuanto regresamos al Mundo Espiritual, corremos a la fila para venir de nuevo a la Tierra y reencarnar!

Y es que en ningún otro lugar como aquí podemos trabajar de manera tan efectiva con esos detalles que, en algún momento de nuestra historia como espíritus, nos separaron del Estado de Unidad. 

Cada uno de nosotros ha venido a cumplir con un propósito de vida particular, único y especial, que desde el reino del Creador es visto con profundo amor, compasión y aceptación.

Entender que todo lo que vivimos en este mundo tiene un para qué, puede darle a la existencia un nuevo sentido. Saber que no estamos solos en esto y que nunca lo hemos estado, reconforta el corazón. Entender que disponemos de toda la eternidad para aprender lo que necesitamos saber antes de estar listos para volver a casa, puede convertir nuestras vidas en la Tierra en una experiencia llena de gozo, amor y esperanza, y constituir en sí mismo nuestro propósito de vida en la Tierra.